08 ago, 2017
Nuevo artículo de una revista australiana que vincula las algas verdeazuladas bénticas con toxinas muy potentes
Es bien sabido que las algas verdeazuladas (cianobacterias) liberan toxinas a lo largo de su ciclo de vida; sin embargo, la mayor parte del trabajo se ha centrado en las cianobacterias que viven en la columna de agua (planctónicas). Un artículo de revista publicado recientemente, en Investigación del agua, analizó una serie de cianobacterias bentónicas filamentosas (que habitan en sedimentos), incluidas Anabaena (forma bentónica), Limnothrix, Lyngbya, y Pseudoanabaena para ver si también producen toxinas.
Se tomaron muestras de algas bentónicas de 3 reservorios de agua potable australianos diferentes. Se llevaron a cabo una serie de pruebas para evaluar la producción de toxinas de las algas. La investigación mostró que las cianobacterias bentónicas pueden producir toxinas; como sus contrapartes planctónicas. Se descubrió que algunas de las algas recolectadas de los reservorios producen toxinas (hepatotoxina) que pueden dañar el hígado.
Este estudio destaca la importancia de incluir aportes del ambiente béntico al diseñar programas de monitoreo de la calidad del agua, particularmente en los embalses de agua potable. Cuando se consideran todos los elementos del sistema acuático, se comprende mejor cómo tratar la masa de agua para mejorar la calidad del agua. En esta situación, se puede usar Phoslock para unir la fuente de alimento (fosfato) antes de que crezcan y proliferen las algas bénticas en el reservorio. Phoslock se puede utilizar como una herramienta de gestión para inhibir el crecimiento de cianobacterias bentónicas en los embalses y la liberación de toxinas dañinas en el agua.
Se puede encontrar más información sobre esta investigación en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0043135417306462?dgcid=raven_sd_aip_email